Los seres humanos somos seres finitos, es decir, mortales. Aunque vivimos con
la ilusión de que La Muerte es algo que no va con nosotr@s. En el inconsciente
humano no existe la Muerte. Y sin embargo ahí está La Nada, ese gran
Vacío que nos estremece. Cada cual lidia con su angustia y con sus miedos como puede y como
sabe. Si bien el temor al Dolor y a la Muerte es común a todos los humanos, la forma de
afrontarlo no. Hay diferencias importantes culturales, de creencias y
personales.
Vivir negando la finitud de la Vida es vivir de espaldas a la
propia realidad, pero vivir pensando constantemente en la Muerte nos
paralizaría y nos llenaría de angustia. S. Freud recogió la idea de esa tensión
constante entre Thanatos (la Muerte, lo Destructivo) y Eros ( pulsión de Vida: el Deseo, lo Creativo y el Amor). Es en la
falta y en el vacio, donde redescubrimos lo realmente importante, en ese pulso
entre lo tanático y lo erotico donde la Vida puede emerger con toda su
intensidad de nuevo.
De repente el poder saludarse por las ventanas o los balcones, los aplausos, la gratitud,la música compartida, la sonrisa, la mirada, los
besos, los abrazos adquieren un valor inmenso, como la vida, como la solidaridad, como todo
aquello que nos ayuda a vivir y a amar. Esto pasará, pero cuando haya pasado ya no seremos los
mism@s, quizas entonces habremos redescubierto que hay Valores
que "no cotizan en Bolsa" y que sin embargo son imprescindibles para
la existencia humana. tal vez seremos otr@s y hayamos sabido entender mejor qué es lo realmente valioso en la vida.
Beatriz Miralles Corredor.
Que precioso Beatriz, lo que dices y lo que adjunta que dice Jules!
ResponderEliminarGracias. Te quiero!